Hablar sobre diversidad cultural es hablar sobre historia, derechos, justicia, ideas, educación, paz.
En el preámbulo de la constitución de la UNESCO se afirma “(…) que la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas las naciones han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua”.
La diversidad cultural es la expresión de cada grupo social que convive e interactúa en un espacio geográfico, compartiendo sus características, aceptándolas e incluso, en ocasiones, adoptándolas con ese sentido de responsabilidad y de ayuda, manifestándose en su lenguaje, vestimenta, gastronomía, el arte, la conformación de estructura social y en lo que es inherente a la humanidad.
La diversidad cultural podemos apreciarla en grupos definidos en forma institucional como una escuela, un viaje turístico o incluso un evento cultural, donde se propicia la convivencia e interacción.
Esta diversidad puede producir algún conflicto por el solo hecho de existir, sin embargo, debemos promover el respeto a nuestras diferencias como especie y al derecho universal de paz.
Hay grupos sociales que además de vivir la pérdida de su identidad al verse obligados a emigrar, se exponen a amenazas y agresiones cuando llegan a otras comunidades o países que pueden juzgarlos y menospreciar su identidad, impidiendo con ello una sana convivencia la posibilidad de conocer y crecer a partir de la diversidad.
El artículo 3ro de la Declaración de la UNESCO sobre identidad, diversidad y pluralismo, señala que “la diversidad cultural amplía las posibilidades de elección que se brindan a todos; es una de las fuentes del desarrollo, entendido no solamente en términos de crecimiento económico, sino también como medio de acceso a una existencia intelectual, afectiva, moral y espiritual satisfactoria”, por lo que los sistemas políticos y educativos de cada país, atendiendo a su diversidad cultural hacia su interior y a las situaciones migratorias con otros países, deben considerar políticas incluyentes enfocadas hacia el respeto de la diversidad cultural.
Actualmente se puede hablar de una globalización de la cultura, en la que se han roto fronteras por la acentuada y continua migración, el mayor acceso y presencia de la medios de comunicación y la información, por una economía y comercio cada vez más integral; este hecho obliga a cada grupo y cultura a salvaguardar aquello que los identifique, que brinde una identidad cultural, y que si bien existe y crece la convivencia entre personas con diferentes ideas y opiniones, se realice en un ambiente de respeto hacia la propia diversidad.
De acuerdo al artículo 6° de la Declaración de la UNESCO, se señala que “al tiempo que se garantiza la libre circulación de las ideas mediante la palabra y la imagen, hay que velar por que todas las culturas puedan expresarse y darse a conocer.
La libertad de expresión, el pluralismo de los medios de comunicación, el plurilingüismo, la igualdad de acceso a las expresiones artísticas, al saber científico y tecnológico -comprendida su presentación en forma electrónica- y la posibilidad, para todas las culturas, de estar presentes en los medios de expresión y de difusión, son los garantes de la diversidad cultural”.
La invitación que realizo es a fomentar el intercambio de conocimientos y valores conviviendo armónicamente en respeto y tolerancia, que lejos de llevarnos por caminos beligerantes nos lleve a encontrar una humanidad en paz.
La paz y la diversidad
Licenciada en comunicación, productora de televisión, conductora y locutora, ganadora de la beca de Jóvenes Creadores del FONDO Nacional para la Cultura y las Artes y el Instituto Veracruzano de Cultura Artes Visuales, Certificada a nivel nacional para la impartición de cursos de Formación de capital humano, promotora de diversos cursos de comunicación y de formación humana.